Hola, soy Lucía y tengo 10 años. Os escribo porque tengo sometida a toda mi familia y ya no puedo más: conlleva muchas responsabilidades; tantas, que no os lo podéis imaginar. Mis padres son mis putos esclavos. Ya sé que a priori puede parecer un chollo, pero os ruego que continuéis leyendo para comprender la clase de infierno en el que vivo.

Veréis: me compraron un MAC cuando tenía 8 años y todos los meses me regalan un montón de ropa nueva aunque, ahora que he empezado a usar sujetador, no puedo dejar de pensar en quitármela. Afortunadamente, mi mamá me compra tangas desde los 5 años, lo que me permite hacer uso de su tira trasera en el cole, pero no para usarla como tirachinas, no, sino para poner histérico a mi profe de educación de ciudadanía.

Tener esclavizados a los padres está bien porque te llevan la mochila (aunque tenga ruedas, cosa que no me explico habiendo padres).

Padres mochileros Padres 2.0: una versión mejorada que transporta tu mochila

Lo malo es que para llevarte la mochila tienen que acompañarte hasta la puerta del cole, a veces incluso de la mano, y es muy ridículo. Menos mal que a todos mis compañeros les ocurre lo mismo, ya que los propios siervos padres se encargan de afear la conducta de los que no lo hacen.

Lo que llevo un poco mal es lo de la sillita del coche. Como dije antes, yo ya uso sujetador, pero estoy sometida a la humillación de verme amarrada a un dispositivo de seguridad propio de Hannibal Lecter. Luego se extrañarán de que tenga tendencias psicópatas, en fin… El caso es que he estado buscando por internet y me he enterado de que hay un límite de altura de 135 cm, así que ahora estoy comiendo como una cerda para crecer rápidamente y alcanzar esa estatura. Sin embargo, mis padres se empeñan en que debo seguir una dieta sana a base de Actimel (que he visto en internet que me puede inutilizar para siempre), cosas con soja (que también he leído que me pueden producir cáncer) y leche de mentiras. Menos mal que luego se sienten culpables y me dan todas las chuches que pido. También me compran siempre hamburguesas del McDonald’s cuando vamos al centro comercial, o sea todas las semanas. Yo me lo como todo; cualquier esfuerzo es poco para llegar a los 135 cm y relegar a mamá al asiento de atrás, el que debe ser su sitio. Total, papá nunca le deja conducir… Cuando lo consiga, podré sentarme por fin en el asiento del copiloto ¡y sin ese artilugio!

Una cosa buena de tener a mis papás como esclavos, es que me hacen los deberes todos los días. A mí me gusta, excepto por el pequeño detalle de que se empeñan en que yo esté delante, cuando podría estar metida en el facebook. Pero bueno, como a mis amigos también les pasa lo mismo, tampoco habría nadie con quien chatear. Lo malo de todo esto es que tardo más en hacer los deberes. Es que hace ya por lo menos dos años que me di cuenta de que ellos no tienen ni puta idea de nada, y siempre me están discutiendo las cosas más evidentes. Eso sí, yo me parto el ojete y luego comparo las barbaridades de mis padres con las de los padres de mis colegas. ¡Nos echamos unas risas! Lo mejor de todo es que, por más que la caguen, los profes no tienen huevos de decirnos nada, supongo que por miedo a que vayan a montarles un pollo.

¿Y las actividades extraescolares? Cuando hablo con mis abuelos, me cuentan que ellos hacían cosas rarísimas, como por ejemplo jugar ¡en la calle! A mí, sin embargo, me tienen puteadísima desde los 4 años yendo a clases de inglés. Menos mal que, ahora que tengo facebook, le estoy viendo utilidad a esto. ¡Pues no me he encontrado un grupo de anoréxicas inglesas! Yo no las entiendo, aunque comprenda su idioma perfectamente, pero ¿no comer? ¿cómo piensan ir en el asiento delantero alguna vez? Ya les he dejado algunos comentarios, claro.

Gracias al inglés, también puedo meterme a jugar al póker online haciéndome pasar por mi padre. Le exigí que me dejara su tarjeta ¡y el tío tragó! Claro, cree que soy subnormal. ¿Qué se puede esperar de un tipo que me lleva la mochila a cuestas al colegio? Él es un penitente, y como tal ha de ser tratado. Y como ni siquiera sabe borrar el historial, tengo material suficiente para chantajearlo en caso de que le eche huevos, cosa que dudo. Al fin y al cabo, ¿qué pretenden que haga si me tienen encerrada en casa?