– ¿Qué horas de llegar son éstas? He llamado a la oficina hace horas y me han dicho que ya te habías marchado. ¡Y encima apestas a alcohol!
– Que no, que no es alcohol. ¡Es gintonic!
– ¿Gintonic? Admítelo, Borja. ¡Has estado en un bar bebiendo alcohol!
– ¿En un bar yo? ¡Jamás! Vengo del afterguor y… ¿cómo quieres que me ponga a beber alcohol ahí, con los compañeros de trabajo? ¡Como si fuéramos vulgares obreros! Hemos estado tomando gintonics.
– Siendo así, supongo que llevas razón. Ay, cómo molas, Borja. Eres taaaan guay y taaaan importante… Te deseo; es así. Hazme tuya por detrás.
Esta conversación podría estar teniendo lugar cerca de sus casas y pongo en su conocimiento que estos seres estarían inhalando oxígeno en su misma atmósfera, por injusto que parezca. Amigos, esto va de mal en peor. Toda la vida la gente ha tomado algo después de currar pero, al igual que ocurrió con el botellón, de repente hay que ponerle nombre. Según parece, ahora se llama afterwork. Pues vale. Lo más cachondo es que nos lo presentan como algo novedosísimo que pretende sustituir (¡ja! van listos) la caña y la tapita por unos gintonic estrafalarios servidos en unos antros decorados al más puro estilo de una sala de torturas, donde impera la escasez lumínica, los taburetes raros y los pseudotaberneros engominados y con las cejas depiladas.
Lista de precios en el escaparate de un afterguor de éstos. Año 2012. Nótese que no se libran del reflejo de los contenedores de basura y del de servidora que, amablemente, les muestra uno de sus dedos
Antes de que se le dotara de nombre y de que se asociara este hábito a la dañina modernez, los humanos nos hemos tomado algo después de currar sin hacer tanto el payaso, creo yo:
Gentes en el afterguor . Siglo XIX
Gentes en el afterguor . Siglo XX
Gentes en el afterguor . Siglo XXI
¿Cómo hemos podido llegar a esto? Los he mirado desde la calle con sus trajes y/o faldas y chaquetas y sus maletines, corbatas que te hacen añorar una ceguera, zapatos de tacón y puntera estrujadedos, columna vertebral erguida que los distingue de la chusma… ¡Uff! El único consuelo que queda es la certeza de que Patrick Bateman existe y que, de estar en algún sitio, será en un afterguor pidiendo gintonics raros de precio astronómico mientras elige a su próxima víctima.
Disculpen mi nula actualización sobre la vida (o sobre la cultura, que a esto probablemente también lo estén llamando cultura), pero supongo que ya no se dice vamos a la tasca, sino vamos al afterguor. Entonces, ¿los bares antes qué eran? ¿Es el Ávila un afterguor? Estoy muy confusa.
A ver, ¿qué mierda es esto? ¿una peluquería? ¿un puticlub? ¿un quirófano tal vez? Veo esta mala imitación de barra de bar y lo único que se me ocurre es entrar aquí y volarme la cabeza. Y todo por culpa de las series de televisión, ¡me cago en Carrie Bradshaw!
Pero como tenemos que ser constructivos, vamos a intentar analizar el lado bueno de esta aberración, que seguro que lo tiene. Bien, veamos: se han inventado lo de los gintonics estrafalarios que cuestan un ojo de la cara. El gintonic, una bebida que hasta hace poco era considerada más bien como de padres y ahora es el ultimo grito, eso sí, siempre que sea con ginebras raras, tónicas raras y añadiéndole condimentos inimaginables y/o un ritual mágico de preparación. A esto se le llama gintonics preparados y son ideales para los afterguor porque -no nos engañemos- la estrategia de estos sitios horteras es cobrarlo todo caro ya que, si no lo hicieran, serían vulgares. Claro, no te vas a pedir una botella de champagne y un bocata de oreja. Analizando esta situación y que, como dice Deploreibol en su blog, todos los bobos del país han decidido que esto está de moda porque tiene un nombre inglés, aprovechemos el tirón y acabemos con estos clientes de pacotilla que han renegado de la caña y la tapa. ¡Arruinémoslos! Para ello, Loca Academia de Vaders propone a los locales Afterwork que intentan abrirse paso entre la competencia tres nuevos gintonics que incluir en su carta:
1.- EL GINTONIC PERFUMADO AL AROMA DE FLOR IBÉRICA DE LA TIERRA
PREPARACIÓN: Se echa la ginebra y se mete una pezuña de jamón tres veces mientras se dice en voz alta “¡¡afterguor!!” en cada inmersión. Después se añade el hielo y luego la tónica —–> 25 euros.
2.- EL GINTONIC TEMPLADO DE COCIDO CON LIGERO TOQUE DE GARBANZOS DE FUENTESAÚCO
PREPARACIÓN: La normal, pero al final se le añaden unos garbanzos de Fuentesaúco. Es importante el momento en el que los garbanzos se añaden al combinado, pues deben tocar el cazo con el que antes se ha servido una sopa. De esta forma captaremos el aroma del auténtico cocido —–> 32 euros.
3.- EL GINTONIC DE GINTONIC
PREPARACIÓN: La normal, pero al final se le añade un atrevido toque de Larios con tónica Schweppes. Es lo más osado en lo que a gintonics se refiere ——> 20 euros oferta, sólo en horario afterwork.
Son sólo unas pocas sugerencias, pero estos gintonics tan sencillos les pueden permitir seguir estafando a los modernos superguays hasta el infinito. Si no se les ocurren más ideas, contacten con nosotros. Estaremos encantados de ayudarles a completar su carta de gintonics con los combinados más retorcidos y caros. Ya saben que nuestra capacidad para hacer el mal es infinita. Somos una apuesta segura.
17 abril, 2012 at 19:02
Mola la idea del gintonic de gintonic: una especie de destilación en espiral que reduciría la esencia del gintonic a proporciones sub-atómicas.
¿Has pensado en la posibilidad de incorporar la liofilización para generar un spin-off «cash & carry»? Arrejuntando una botellita de nitrógeno líquido, te permite la opción «casual wear» (¡qué bueno que viniste!).
Se me hace la boca agua (tónica, of course).
PD – Estoy organizando una real saga. Échate un vistazín.
17 abril, 2012 at 19:42
Dios, estoy llorando de risa con el de la pezuña y las 3 veces bitelchús, me mingito toa xDD
17 abril, 2012 at 20:15
Ufff, el gintonic de gintonic me recuerda a los subsueños de origen (sí la película), uffff.
http://www.abcdesevilla.es/20111222/sevilla/sevp-tonto-tonic-20111222.html
17 abril, 2012 at 21:02
– Sr. Secades, no tenga la menor duda de que contaré con usted cuando vengan los de los afterguor pidiendo ayuda para completar sus cartas de bebidas. Con esos gintonics suyos podemos matar directamente a los clientes y dejar lo de arruinarlos para los aficionados.
– Majestad, me alegro mucho de hacerla tan feliz, pero le ruego que acuda inmediatamente a su real inodoro, no vayamos a tener una desgracia.
– Labegue, no he visto la peli. Pero sí que me he leído el artículo del enlace que has puesto, ¡jajajaja! Muy bueno. Con tu permiso, creo que tengo que utilizarlo para comentar en el facebook. ¡Gracias!
17 abril, 2012 at 23:49
Entre 2011 y 2012 he escuchado a amigos de toda la vida hablando sobre qué ginebra combina mejor con qué tónica, en qué vaso sería mejor beberla, qué debería acompañarla (pepino, ¡PEPINO!) y demás tontás.
En esos momentos es cuando les miro y les suelto que no decían esas mongoladas cuando bebían calimocho.
18 abril, 2012 at 9:11
Me parto, sobre todo con la pezuña y el grito. Y la foto del sitio es sensacional. Eso debe ser lo que llaman ahora un «lounge», que es un bar, pero caro. Igual que una «vinoteca» es una tasca, pero cara. Muerte al afterwork, viva la tapa de oreja. Aunque es cuestion de tiempo que creen un «earplace»: un sitio donde tomar oreja, pero cara.
18 abril, 2012 at 9:34
Hola, este atinado comentario sobre la transformación en las denominaciones tradicionales de los establecimientos dedicados al trasiego de bebidas, movió una pieza en mi deteriorado cerebro, activando un recuerdo oculto tras capas de información superflua y evocó, finalmente, un artículo firmado por mí (ya es casualidad) que enlazo sin más pretensión que compartirlo (y generar saludable tráfico inverso).
http://www.comunsinsentido.com/2012/03/bar-o-cafeteria.html
Un saludo. Me apuntaré para pasar por tascas afines.
18 abril, 2012 at 20:24
A ver… el Bifiter con tónica, en vaso de tubo y chorrito limón que suelo tomar muy de cuando en cuando, ¿es también un yintónic de afterguor?… no me asuste Doña Mara.
19 abril, 2012 at 17:23
After work? No os preocupeis. Ahora hay mas de 5 millones que no pueden entrar, y a este paso…
24 May, 2012 at 9:17
¿Ya no escribes?
25 May, 2012 at 12:57
Ay, sí… Es que ahora me ha dado por aislarme y ni escribo, ni entro en el facebook, ni en el twitter ni ná de ná. Parte de culpa la tiene Juan Eslava Galán, que me tiene enganchadísima el muy cabrito. Y encima el otro día me volví loca y me compré 3 libros suyos más, para colmo (más 2 aparte para regalar). Así que ya ves, que los veo en la estantería y me entran temblores de pensar que me están esperando ahí.
De todas formas me he propuesto muy seriamente reaparecer la semana que viene sí o sí, ¡que esto no puede ser! Y al Eslava Galán lo dejaré para por las noches, como si fuera un marido o algo de eso.
Muchas gracias por interesarte. ¡Me hace ilusión, oye!
25 May, 2012 at 13:31
Faltaría más.
Pues venga, que aquí espero.
Besos.