Si algo nos caracteriza a las gentes del Imperio es que estamos abocados al fracaso. Somos un desastre y la cagamos continuamente, de ahí que no hayamos tenido más remedio que convertirnos en supervillanos. Llevamos el mal en nuestro ser, no por voluntad propia, sino para sobrevivir en este mundo hostil que sólo admite la perfección.

Por eso les hablaré hoy de Rural Woman, nuestra superheroína corresponsal en el Sur del Imperio, el miembro que mejor representa –y con más entusiasmo- nuestro espíritu perdedor.

Conocí a Rural Woman en una comida multitudinaria. Después de la sobremesa, sólo quedábamos en la barra de la cantina lo mejor de cada galaxia. Ella, como no podía ser de otra manera, estaba allí. Pero yo no reparé en su presencia porque necesitaba una señal, algo que llamara mi atención sobre su condición de heroína. Esa señal llegó cuando ella tuvo que usar el servicio de la planta de arriba y, ante la mirada atónita de los presentes, al volver se cayó por las escaleras. Este hecho por sí mismo tampoco es que fuera muy meritorio, pero entonces lo hizo: se descalzó y continuó bajando los escalones con un zapato en una mano y el tacón partido en la otra, como si nada hubiera pasado.

tacon roto

Una imagen tan patética no podía pasar desapercibida para mí. Y enseguida exclamé: “¡esta chica mola!”.

Fue así como Rural Woman consiguió su ingreso inmediato en la Academia, sin necesidad de superar período alguno como padawan. En muy poco tiempo fue demostrando su valía en el noble arte de cagarla dignamente, llegando a alcanzar la gloria en algunas de las misiones que le habían sido encomendadas. Su espíritu de superación parecía no tener límites, y lo demostró con creces estas navidades, cuando decidió pasar la Nochevieja en casa de sus recientes suegros, situada en una galaxia muy muy lejana, con carreteras comarcales de por medio.

Rural Woman cenó y se comió las uvas con sus recién adquiridos suegros y cuñados, aunque después de todo eso se tomó su tiempo para hacer un pequeño reconocimiento del entorno y de sus animadas cantinas y tabernas, pues por algo es especialista en estas lides. Regresó al calor del hogar antes de que amaneciera y, a duras penas, se acostó en esa cama -extraña aún para ella- que su nueva familia política le había preparado, probablemente con todo el cuidado del mundo. En la segunda planta de la casa, donde estaban todos los dormitorios, reinaba el más absoluto silencio. Rural Woman, que apenas había conciliado el sueño, sintió una sensación incómoda que le era familiar: tenía que ir al servicio y tenía que hacerlo ya. Corrió de puntillas por un pasillo que, aunque era como todos los pasillos, no era el de su propia casa y abrió sigilosa una puerta con la esperanza de alcanzar su objetivo. Pero no lo consiguió: un grito inquietante, que provenía de detrás de la puerta, le hizo sujetar los esfínteres al deducir que se estaba metiendo en el dormitorio de su cuñado. Volvió a cerrar la puerta tan rápido como pudo y pensó que, si ya había errado en su primer intento de encontrar el servicio más cercano, podría volver a equivocarse y abrir, por ejemplo, el dormitorio de sus suegros. Por esa razón decidió hacer lo más prudente, es decir, utilizar el servicio de la planta de abajo, del que sí conocía la ubicación exacta. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir:

ruralwoman-falling-down-stairs Rural Woman falling down stairs

Suegros RuralWomanFamilia política de Rural Woman en su auxilio 

Las consecuencias de la caída fueron terribles:

RW lesiones low 

Pero estas lesiones, por muy llamativas que sean, jamás podrán superar a la humillación de tener que dar explicaciones sobre las reacciones incontroladas de tu organismo, pues Rural Woman, mientras era atraída por las fuerzas gravitatorias escaleras abajo, olvidó por qué tenía tanta prisa y sí: se cagó encima.

Es por ello por lo que ha ascendido de rango, y ahora forma parte de la directiva de la Academia. Su hazaña memorable y la acertadísima decisión de sacarse una foto del culo, son los méritos que acreditan un ascenso más que merecido.

Bienvenida a la directiva, Rural Woman. Te esperan largos años de dicha en la Academia. Ahora tienes un gran poder, pero recuerda que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.